Los tipos de reglamentos, se establecen acorde a las leyes que se desean ampliar, distinguiéndose en, reglamentos para leyes orgánicas, leyes ordinarias, interno empresarial, interno académico, institucional, web y no escrito.
Un reglamento en sentido general, es un compendio de normas o pasos que sirven para explicar una ley, es decir, que para que exista un reglamento es menester que una ley le haya precedido.
Este obedece a un complemento legal, que sirve para llenar aquellas lagunas o vacíos legales que no pudieron ser expresados en la ley, o bien para aclarar aquellas expresiones que puedan parecer ambiguas.
No obstante, con la práctica los reglamentos se tornaron en instrumentos útiles para controlar grupos humanos, por medio de la expresión de normas de conducta y de actuar.
¿Cuáles son los tipos de Reglamentos?
Reglamentos para leyes orgánicas.
Estos se establecen con el fin de esclarecer las lagunas legislativas de las leyes orgánicas, o bien para explicar las situaciones ambiguas que las mismas puedan presentar.
Una ley orgánica es una ley que regula temas de interés nacional, o bien de relevancia colectiva, veamos con un ejemplo.
La educación en un país es regulado por medio de una ley orgánica, esta establece que se crearan centros educativos para las poblaciones más desvalidas, pues bien, el reglamento viene a establecer pautas para la creación de dichos centros.
Reglamento para leyes ordinarias.
Conviene aclarar que las leyes ordinarias son de magnitud inferior a las leyes orgánicas, las cuales, tratan de asuntos por igual de importancia general, lo único que difieren es que las ordinarias son de menor extensión.
Sin embargo, la práctica legal acostumbro a que los vacíos legales de estas leyes deban ser aclarados por los mismos reglamentos.
Interno Empresarial.
Estos son los que se manifiestan solo a nivel de corporaciones, el contenido de estos reglamentos van referidos a las conductas que deben observarse en el área de trabajo, en el área de producción e incluso en la presentación de los informes.
Estos instrumentos a nivel empresarial, son de obligatorio cumplimiento y observación por el capital humano que forma parte de la empresa, debiendo los mismos ser consecuentes con este, para la convivencia óptima.
Interno Académico.
Guardan similitud con los reglamentos empresariales, con la excepción debida de que estos se realizan a niveles académicos, es decir, estos reglamentos han sido creados para la regulación de conductas en las instituciones educativas a cualquier nivel.
Son muy comunes en las escuelas básicas, donde se colocan al conocimiento de los representantes, quienes deben estar enterados de las normativas a seguir por parte de los alumnos y de ellos como parte de la comunidad educativa; dicho reglamento debe ser observado por el personal docente y administrativo.
Institucional.
Es comprensible que los entes gubernamentales deben mantener una organización conductual idónea, y más aún con el papel que representan ante la sociedad, esto es solamente posible, por medio de la creación de reglamentos de conductas.
Estos se tornan en necesarios para la convivencia correcta de los funcionarios en el ejercicio de sus funciones, lo que permitirá disfrutar de un ambiente óptimo para ellos mismos y para la colectividad.
Web.
Contrario a lo que muchos puedan pensar, las empresas digitales y los trabajos digitales se rigen por una serie de conductas preestablecidas en las plataformas respectivas, siendo de estricta observancia por el personal que labora por las mismas e incluso por los usuarios al utilizar aquella.
No escrito.
Son aquellos que contienen una serie de normativas básicas, las cuales, se infieren de la propia dinámica del lugar; muchos alegan que estos hacen referencia a las normas de cortesía y convencionalismos sociales necesarios para la sociedad.